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Pues a'í tienen que estaba yo en el baño deshidratándome otro poco (orinando pues), después de mi segunda taza de café por la mañana. Al suspiro de alivio siguió el sonido del agua corriente creando remolinos en el mingitorio, subí mi zipper y camine hacia los lavabos. Con un movimiento estudiado y preciso de muñeca puse la palma de mi mano izquierda hacia arriba al tiempo que presionaba una vez con mi pulgar el dispensador de jabón para depositar un poco de líquido transparente en la cavidad de mi mano. Frote ambas manos para hacer un poco de espuma y luego continue frotando bajo el chorro de agua hasta eliminar el exceso de jabón. Un poco más de agua para quedar satisfecho de la sanidad de mis manos y luego a secarme para continuar laborando arduamente.

Justo cuando me acercaba a las toallas de papel se atravesó en mi camino el gordo de desarrollo, que además de gordo es alto (más alto que yo). Fue entonces que un solo e intempestivo pensamiento rompió la perfecta mecanizacion de mis movimientos, paralizándome al instante:

Ô.o

- ¿Lo brinco o le doy la vuelta?

Para suerte mía, rectificó su camino y yo pude continuar mi rutina sin mayor contratiempo.

El mundo sigue girando.