Otra (anécdota) de los 30

Un tono, dos tonos...

-¡Hola!
-¿Quién habla?
-Ah, ya no te acuerdas de mí, que mala onda.
-¡Ay! Eres tú, ¿cómo estas? ¿a que debo este milagro? Ayer me quede esperando tu llamada eh!
-Si mi amor, pero andaba bien madreado del fin de semana y me la pase jeton todo el dia (nota mental: debo ser menos franco)
-Ah, ok, ok, te perdono, ¿y luego?
-Pues nada, saludándote, ver como estas, como te va, ya tiene mucho tiempo que no te veo.
-Asi es flaquito, es que tú que siempre andas de fiesta. Pero, mira, yo voy saliendo, apenas voy para mi casa...
-Este... hoy me voy a quedar tarde a trabajar, es que tengo varios pendientes y...
-Ash! Bueno, cuando tengas tiempo me llamas mejor


beep - beep - beep

¿Me colgó? ¡Me colgó! Pero si solo le dije la neta. No quiero que piense que solo "la estoy usando", quiero que vea que me interesa como le va, que me cuente su día y solo hablar con ella, solo hablar. ¿Es demasiado pedir?

Ñe! A quien estamos engañando.

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