Después de esa noche quedamos de vernos al siguiente día.
Pasé por ella temprano, es decir, de día; no se si íbamos al cine o a comer o lo que sea. Recuerdo que la vi salir de su casa y sonreí, seguía sin creer lo que había pasado apenas unas horas antes.
Caminamos hasta encontrarnos. “Hola”. Ella me estaba saludando con un pequeño beso en la boca y yo puse la mejilla.
No se por qué hice eso, fue un reflejo.
Hasta hoy me sigo mortificando por ese primer nobeso.
4 // comentarios:
Que res un chico difícil! eso pasó...ah no...esteee que eres un chico inocente...ah no verdad?....Pasó que eres un caballero! que la respetaste y le quisiste dar su lugar y no quisiste tomarte atribuciones y preferiste darle espacio para q ella decidiera...eso, eso, paso! Qué eres un sol! Aunque seguro ella pensó que no te gustaba tanto. Pero es que lo bueno es escaso y luego una no lo reconoce.
Ahm . . . Don't worry men, a todos nos ha pasado eso . . . el nobeso es uno de los recuerdos mas duraderos y mortificantes en la memoria del hombre, aunque muchos lo nieguen . . .
Lo chingon es que hay mujeres a las que les gustamos los incompetentes sociales, salú!
hace mucho no andaba por acá. jeje
Eso de ponder la mejilla es reflejo, deveritas, asi perdi a mi primer "novio"
Publicar un comentario