El viernes tuve una pedita, o chelas tranquilas como ya les decimos mis compas de peda y de trabajo, en un barcillo de rock muy local. Me dormí como a las 8am por estar hablando por teléfono con una ingrata (ver post anterior). Habre dormido unas 5 horas, y el resto del día me la pase en la calle. El sábado no salí, pero me dormí como a las 2 por ñoñear en la red (acompañando la noche con dos caguamas dos). El domingo, fiesta en su casa (que es la mía), chelas con mis primos desde las 2 de la tarde, luego reunion en casa de mi "brodi" para pre-celebrar su cumpleaños. Pase a la tienda y lleve dos "ochos" de León de lata. Benditos creativos que se les ocurrió ponerlas en paquetes de 8, y en latas de aluminio.
Total que seguí bebiendo como si no tuviera treinta 27 años ni responsabilidades, la fiesta terminó comó a las 8 de la noche por, adivinaron, porque era domingo y todos tenemos que ir a trabajar al siguiente día. Bah! Me resigne, y nos despedimos; tome dos chelas de la pozolera donde las teniamos con hielo y sal y ya estaban bieeeeeeen friaaaaaaaaas (como diosito manda), me las trepe al coche para tenerlas de reserva en mi refri. Pobrecitas, no sobrevivieron porque me las bebí en el trayecto de regreso. Niños, por favor, no lo hagan, nunca beban mientras conducen ya que es muy peligroso: pueden derramarse la bebida en los pantalones y nunca brillarán en sociedad. =p
Y bueno, pa que decirles que andaba ya pedo. Entre los estragos provocados por esa ingesta de alcohol estan la llamada a una "secre", que fue mi buena amiga durante un tiempo y que por azares del destino hace mucho no cogemos nos vemos. La llame para ver la posibilidad de intercambiar algunos fluidos. El alcohol y la abstinencia pueden llevarnos a hacer cosas muy extrañas. Ahora esta arrejuntada, y por como la escuche, muy feliz. Tan feliz que hasta me dio gusto, neta. ¿Y yo? snif! ni perro tengo.
Al cabo que ni quería coger.
Hoy lunes desperte como 8:30. Credo. Me metí a bañar dispuesto a ir al trabajo, salí despues del energizante baño y llame a mi jefe para reportarme enfermo. Sin problema. Es lo bueno de ser consentido en el trabajo. Me dispuse a disfrutar de mi día de descanso y me volví a meter a la cama. ¡Aaaahhhh! Cerre los ojos, mi cama me abrazaba y no iba a decepcionarla. Iba a quedarme con ella hasta que me doliera la espalda. En eso estaba cuando fui sacado de mis ensoñaciones por el peor sonido que puedes escuchar cuando quieres descansar. El pinche teléfono.
- ¿Qué pasó?
- Oye wy, nos puedes apoyar con blah bla blah blah
- (chingadamadre, quiero descansar) Sep, me conecto y te lo resuelvo.
- ¿Que onda, no vas a venir?
- No wey, ya le avise al jefe, dijo que no habia pedo.
- Ah camara, ¿te encargo eso no?
- Simón, ahorita te marco de nuevo
15 minutos despues otra llamada. Y otra y otra. Todas más o menos en el mismo tono: haz esto, ayudame con aquello, pasame este dato, tenemos pedos (aunque no eran mi pedo). Y asi hasta las 7 de la noche sin dejarme descansar.
Es lo malo de hechar la hueva en toda la semana y no sacar tus pendientes el fin ser un buenazo en lo que haces y volverte indispensable.
Para la próxima pienso planear mi dia de hueva. Aunque se que no saben igual. Ni modo.
1 // comentarios:
Puta madre!...
Q chinga te diste... y luego que no pudiste dar de comer al hambreado, que mal pedo. Suele pasar, yo no me torturo tanto así porque puedo cuando puedo y puedo cuando quiero.
Me recordó a cómo tenía un trabajo desde hacía dos semanas y me lo chuté en una sola noche... aunq con 2 hrs de descanso, eso porq me tocaba folosofía y quedé bieeeen jetón. El caso es q saqué un diez y me dieron puntos extra...
Es lo bueno de tener lengua larga -lo mismo dicen las chicas- para que se me dé el verbo.
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