Hoy: 2x1 en posts y traumas

¿Y ‘ora que hice?

¿Alguna vez han preguntado eso a una mujer? No importa cómo, a veces uno llega a esa pregunta.

¿Y les han contestado: "NADA"?

Si uno fuera de ese tipo de hombre simple, entonces lo que sigue es levantar los hombros y continúar mirando al infinito.

Lo malo es que a algunos nos gusta complicarnos creyendo que todo son indirectas, que todo tiene una razón de ser y que NADA significa ese "NADA".

Ese "Nada, idiota! estoy esperando que hagas algo". Ese NADA que raspa por los oídos y que llega directo al centro del pecho para despertar esa vocecita que te va a estar chingando y te pone a pensar: que digo, que hago, le agarro una chichi, le doy un beso, le invito un helado, le digo que me encanta y que quisiera cogerla ahí mismo...

Entonces te acuerdas que nunca has entendido indirectas, que siempre has tenido miedo de interpretar todo al revés, y que lo mas probable es que ese "NADA" sea sólo nada.

…luego levantas los hombros y miras al infinito.

***

Son alrededor de las 2 de la tarde en uno de estos días de calor intenso. Por la calle un niño en uniforme de secundaria. La mochila enorme a espaldas. Camina lentamente, casi arrastrando los pies; paso a paso, avanzando con calma, como la gota de sudor que seguramente está escurriendo por su frente. Camina con la experiencia de quien sabe que acelerar el paso sólo te agotará mas pronto.

Soporta el calor y espera llegar a casa para  beber un poco de agua  fresca. O bastante. Deliciosa agua fresca que saciará su sed hasta que no pueda beber más. Me gusta imaginar lo que piensa mientas camina. Seguramente hoy después de clases acompañó a caminar a la niña que le gusta, y piensa en lo que pudo haber dicho. "Que idiota, por qué no se lo dije" murmura entre dientes y patea descuidadamente el piso. Imagino también que algún día aprenderá a decir las cosas.

Lo sigo con la mirada y me acuerdo de esos días de secundaria. Él desaparece por la calle y yo regreso del recuerdo. Regreso a la mesa del restaurant adulto donde estoy comiendo y donde me han vuelto a servir vino.

Pfff.

Quiero caminar por la calle, bajo el rayo del sol.

Y pensar.